El Vigilante de recreativa, en honor a la verdad, aportó muy poquito a la historia de los videojuegos. Nada nuevo que no hubiéramos visto ya en Kung Fu Master o en Trojan. El mismo argumento y desarrollo que en
Kung Fu Master, y con unos sprites más que parecidos. Los niveles son más bien escasos, y el único ápice de interés que tiene el juego es que hay que rescatar a Madonna (si es que eso suscita algún interés en alguien). Si es por mí, como si se la llevan para siempre y no la devuelven. Pero el caso es que por algún extraño motivo el protagonista de nuestro juego, que porta un peto de carnicero, se impone la tarea de rescatara a la pavitonta.
Viendo que el juego de recreativa es así, nos encontramos con una limitación de originalidad bastante fuerte, así pues, lo único donde el juego puede sobresalir es en la parte técnica. En la versión de Amstrad, nos encontramos con unos sprites grandes, pero sin mucha resolución. Aunque el desarrollo del juego puede ser más rápido de lo que cabría esperar, lo cierto es que resulta bloqueante y frustante cuando vienen enemigos por ambos lados. Nuestro protagonista está seriamente limitado en movimientos. Por el contrario, nuestros adversarios vienen cargados con todo tipo de armas, lo que resulta un poco contradictorio. El juego resulta un poco complicado de jugar sin vidas infinitas. No es a lo que nos tiene acostumbrado US Gold.
Juegos de este estilo: Primera parte de
Freddy Hardest,
Freddy Hardest En Manhattan Sur.