Cuando compré el juego yo seguía esperando el
Double Dragon (y
seguía sin salir, mientras que ya iban por Renegade 2). Así que
para hacer más corta la espera me puse con Target Renegade y
Arkanoid 2. Bien, este juego tenía que superar el listón de su antecesor, y vaya si lo
hizo. La opción 2 jugadores que le faltaba a
Renegade, la aportó este título
(y Double Dragon seguía sin salir ...) En esta entrega, se ve a los protagonistas
más llenitos. De nuevo las motos, las chicas con cadenas, los malotes ... Pero
aquí tenemos otra cosa que le da otra vuelta al juego: La posibilidad de quitar
las armas a nuestros enemigos (si bien es cierto que sólo un arma por fase).
Un martillo, una cadena, un bate, un libro y un palo de billar. Yo diría que
es casi imprescindible usar el arma, sobre todo en la última fase. Si
te la quitan, estás perdido.
5 fases llenas de color, de buena música y enemigos caracterizan esta entrega.
La versión de Amstrad es de nuevo para mí la mejor. La de Spectrum, con sus
sprites bicolores, y la de c64, sin 2 jugadores. Así que por eliminación, esta
es la mejor. Si bien la versión de CPC tenía un fallo de programación bastante
evidente: las vidas se agotaban aleatoriamente. A veces perdiás la vida cuando
aún quedaban 3 o 4 unidades de energía. O al revés, a veces seguías recibiendo
palos, depués de agotarse la barra de energía (y el tío que aguantaba, como
si fuera el conejo de Duracell). Esto solía ocurrir sobre todo a dobles, por
lo que parece que algún decrementador restaba al que no debía.
La patada con salto, la gran baza del juego. Los 3 primeros niveles una patada
de estas te limpia la pantalla (los enemigos son medio lelos y al principio
no se agachan).
Cuando empecé a
jugar al principio me extrañaron algunas cosas:
- Cuando golpeabas las motos salías despedido hacia atrás perdiendo
2 puntos de vida. No siempre ocurría, ni parecía estar ligado
a ningún patrón.
- A veces se agotaban las vidas antes de tiempo.
- El arma se "perdía" cuando se bajaba de planta en el garaje.
La música es de lo que más me atrajo desde el principio. La melodía
del menú (que es la de las fases 4 y 5) era normalita, pero las de las
fases 1 y 2 eran magníficas. La prueba es que más de 15 años
después se siguen haciendo versiones de estas dos canciones de Gary Biasillo.
Este juego fue nuestro preferido durante los 2 años siguientes a la
hora de jugar con un amigo. Menudas palizas nos sacudiamos. Mi amigo Adolfo
(ver Batman) se picaba cuando le sacudía o le salía mal hasta
el punto de ponerse casi a llorar. Si esto ocurría, teníamos que
empezar de nuevo la partida.
Una cosa curiosa en el Target Renegade y en el Renegade 3 es que nunca me llegaron
a liquidar en la última pantalla. Si conseguía pasar la penúltima,
ya estaba todo hecho.
En Target Renegade son fases largas, y por ello es fácil quedarse sin
tiempo, sobre todo en la 4ª fase. Uno tiende a bloquearse y a no avanzar.
Se queda peleando con los pandilleros y cuando mata a uno, se espera a que salga
el siguiente.
Lo único que se echa en falta es el final del juego. Ni queda muy claro cual
era el cometido, ni que es lo que hemos conseguido llegando al final. Supuestamente
hay que rescatar a un hermano (un momento, ¿no es el que nos acompaña?). Cuando
llegamos a una cabina (final de fase) supuestamente se nos dice la ubicación
de la siguiente). Lo raro es que la cabina no "suena" (figuradamente)
hasta haber terminado con todos los enemigos, y a veces, con 6 minutos no da
tiempo (si no avanzamos, los enemigos siguen saliendo).
Este juego también salió a 875, un precio bastante adecuado.