He aquí un juego bastante brillante, y que da la vuelta al concepto de
Arkanoid del que tantos clones ha habido, y la mayoría de ellos sin aportar nada nuevo. En este divertido juego nos caerán los ladrillos desde arriba (una especie de bichejo poco común nos los arrojará a mala leche). Nosotros somos un simpático conejo que se mueve a lo largo de un balancín, y que lo único que puede hacer es empujar los bloques de 1 en 1 o de 2 en 2. Cuando tengamos un bloque en un lado y nos tiren otro en el lado levantado, hará contrapeso y el primer bloque (o todos los que estén en ese lado) saltarán. La fuerza con la que salten dependerá de lo cerca que se encuentren del extremo, y también de donde hayan tirado el bloque. Con los bloques lanzados habrá que acertar a unos papitusos que se encuentran en el castillo a modo de escaparate del pim, pam, pum. Cuando nos carguemos todos, pasamos de fase.
También me ha llamado mucho la atención, aparte del colorido del juego, la bonita letra con la que nos anuncian el nivel.