En las muchas odiseas de Codemasters en su emblema Simulator (todavía estoy esperando ver un Double Dragon Simulator o Strip Poker Simulator) nos encontramos con un Power Boat que nada tiene que ver con el título que años después sacó Accolade para las máquinas de 16 bits y que sí que era un simulador, a diferencia de este.

Cojamos a Action Fighter, Spy Hunter y 007 Live And Let Die, entre otros títulos del género, removamos bien la coctelera, y mira por donde, nos sale esto. Que no es que sea malo ni mucho menos, es jugable y entretenido, pero en realidad no tiene nada que ver con un simulador, ni nada. Le han puesto ese título como podían haberle puesto cualquier otro, pero de original no tiene prácticamente nada. Casi todos los elementos de este juego aparecieron en el Spy Hunter de recreativa (que no en el de Amstrad), así que sería como un port de la fase de agua del de recreativa, o mejor aún, un port del Action Fighter. En realidad, una mezcla de ambos. Tenemos rampas para saltar, minas para soltar, y una barra de fuel que se va agotando, y debemos ir recogiendo fuel y minas por el camino, para poder seguir jugando. Las fases pares son fases de bonus, y en la fase 3 y 5 nos encontramos un curioso guiño al juego aquel antiguo de F1 donde había fases que sólo aparecía iluminada la zona que las luces de cruce del coche podían iluminar, en forma de corazón. Digo guiño, aunque más bien sea copieteo puro y duro. Pero dejaremos el margen de la duda. De la pantalla de carga, podemos ver la poca resolución del modo 0, tan habitual en las pantallas de carga de Codemasters, y lo que es el juego en si, no tiene mucha resolución, pero de colorido si que está bien. En general, es adictivo y un buen juego para entretenerse, con fases no muy largas, aunque hay que aprenderse exactamente donde realizar los saltos para no perder vidas, siendo esto la única complicación real del juego.