Cada ver que pongo un juego de
Players para hacer una review se me cae el alma a los pies antes de empezar a jugar. Pase que no tengan ni pizca de originalidad, pero es que de programar tan poco tienen mucha idea, y de hacer cosas jugables, de lo que menos. Con mucho esfuerzo se les puede llamar "juegos" a sus programillas. Esta vez le ha tocado el plagio a
Rock N Roller (que a su vez estaba bastante inspirado en Rally X). Para empezar, vemos un menú soso como él solo, y una pantalla con los ya típicos colores del Spectrum en el coche. Le damos al 0, y empieza el sufrimiento. El coche no se mueve, se arrastra. Tras un rato descubrimos que las teclas son OPQ, y que se mueve como
Super Sprint. Podían haber dejado redefinir las teclas, pero eso era mucho pedir. Volvemos al juego. En la primera curva, uno de los otros coches nos cierra, augurando un irremisible accidente. Con un sonido sobrecogedor ambos coches estallan. Y sigue la partida. Giramos la curva (ya en último lugar y tranquilamente) y el coche se va en las curvas tela, como si fuera de verdad. Si no fuera porque va a saltos y tan lento, hasta estaría bien. El caso es que al pasar por debajo de los túneles perdemos la visión total del coche, por lo que será fácil estrellarnos. Podemos atravesar el campo, así como derrapar en las curvas, y si por casualidad pasamos cerca de un árbol y no nos chocamos, el coche estallará de nuevo incompresiblemente algunos metros después.
Players y
Uchi Mata, un tándem inimaginable.