Esta fue la aportación de Amsoft a la saga
Manic Miner. Este título tiene varias cosas positivas que le distinguen de los otros títulos que hubo de la saga
Jet Set Willy/Manic Miner. Como la criatura es de Amsoft, por fuerza se tenía que llamar Rolando Lo-que-sea, así que se le llamó Rolando en el Tiempo. Resulta que Willy se ha metido en una máquina del tiempo la cual permite escoger un código numérico al cual viajar. Cada código representa una escena particular de la historia, bastante bien ambientada. Durante el juego escucharemos muy distintas melodías. Cada una de estas escenas está formada por una o varias pantallas comunicadas entre si. La tónica del juego es la típica. Hay cristalitos por las pantallas, y hay que cogerlos todos para ganar. Una zona se da por terminada una vez recogidos todos los cristales. La mayoría de ellos están en lugares poco accesibles, o custodiados. En esta entrega, además de los enemigos que describen rutas cíclicas, las tierras frágiles y de los saltos bien calculados, tenemos otras peculiaridades, como lianas (también presentes en Jet Set Willy) y una máquina de gravedad que nos atraerá hacia ella, y cuya fuerza gravitacional debemos utilizar con sabiduría, para alcanzar plataformas a las que no es posible llegar saltando.
Es resaltable la pantalla de menú, en la que se ve el espacio con la puerta temporal en medio, y la representación audiovisual del viaje espacio/temporal una vez que elegimos un nivel.