Ocean fue la encargada de convertir el mayor éxito de las recreativas de la época, junto con el Out Run. El éxito de este juego en las recreativas, si bien es verdad que los juegos de disparar con pistola no son precisamente nuevo (abundaros los juegos tipo Prohibition unos años antes) este juego presenta algunas novedades.
1. Tiene una metralleta (esto es obvio ¿no?) La metralleta da gran sensación de realismo.
2. El sonido es magnífico y el ruido que mete la metralleta, mortal. Si el sonido está activado, en el bar no se puede ni hablar.
3. El mueble posee un espejo donde debería estar la pantalla de juego, que a su vez se encuentra en la parte inferior. Eso le da una sensación de profundidad como si la pantalla se encontrara a 3 metros.
En 8 bits, como digo, se encargó Ocean. Y desde luego hizo su trabajo con gran maestría, y con la calidad a la que nos tiene acostumbrados. La pantalla de carga reproduce con gran fidelidad la pantalla de menú de la recreativa. Tras la carga, el menú con una melodía propia. A continuación, cuando le damos a comenzar partida, escuchamos la melodía del attract mode de la recreativa (cuando se ve al soldado preparando el equipo). La carga de los niveles no es muy larga (33 vueltas más o menos), aunque con disco se juega bastante mejor. La pantalla de juego está reproducida con gran detalle, teniendo las bombas y la munición. Prácticamente todos los elementos de la recreativa aparecen en el juego. Encontramos los 6 niveles del juego original, e incluso nos aparece el mapita con las 6 zonas.
El scroll se ha realizado con un buen acabado, aunque es más ligero que el de la máquina original (si en la recreativa el soldado va andando, en esta debe ir en autobús por lo menos). Hay algunos elementos que no aparecen en Amstrad, como los camiones, las ventanas rotas, el soldado que se descuelga desde arriba en la segunda pantalla, o las pantallas cuando hieren al soldado o cuando le capturan. Aparecen cartuchos de munición por doquier, por lo que resulta raro quedarse sin balas.